CON LA LLEGADA DEL CALOR AUMENTAN UN 55% LOS INGRESOS A LOS GIMNASIOS
La actividad física combinada con una alimentación inadecuada son pautas que inducen a los rápidos cambios corporales. Sin embargo este coctail puede causar también serios problemas de salud.
Desde la Antigua Grecia, la fuerza de un guerrero estaba asociada con la belleza, por eso era importante realizar actividades físicas que desarrollen estas condiciones. Además el hecho de tener un cuerpo tonificado y voluptuoso eran sinónimos no sólo del goce de una buena salud, sino también de la pertenencia a una notable clase social. Hoy por hoy, si tenemos en cuenta los estereotipos de belleza de la sociedad, no nos alejamos demasiado de esta concepción.
La moda impone un estereotipo de cuerpo en el que la musculatura y la delgadez son sinónimos de perfección y bienestar. Pero no todas las personas alcanzan estos objetivos, por eso resulta frecuente que, con el inicio del verano, el uso de bikinis y ropas sueltas además de destaparse los cuerpos, se destapen los complejos. Usualmente, ellas son las que tienen más prejuicios con su imagen, sin embargo las cohibiciones también afectan a los hombres. En los últimos años, se produjo una tendencia masculina de preocuparse por la estética personal casi tanto como las mujeres. Es el caso de Gonzalo Luna, un nadador de 21 años que, a pesar de no competir más, mantiene una gran inquietud por preservar un buen estado físico. Debido a eso concurre de lunes a viernes al gimnasio Pro Center Club, ubicado en San Martín y 3 de Febrero. Sin embargo reconoció que su constancia no siempre fue absoluta, ya que el año pasado había suspendido todo tipo de actividades físicas a causa de la fatiga que le provocaba la facultad, el estar de novio y trabajar con su padre. Otro de los factores que actualmente alteran su tenacidad a la hora de hacer aparatos son las altas temperaturas, porque disminuyen su voluntad de levantarse temprano para realizar tales actividades.
Por otro lado, el joven destacó que entre los beneficios que espera conseguir del gimnasio, son prioridad el aumento de la fuerza y el desarrollo de la musculatura. El peso, a diferencia de otros, no es un problema para él ya que con su metro ochenta y cuatro, y sus 79 kilos está exento de preocupaciones. Así todo, Gonzalo refleja una conducta que realizan tanto hombres como mujeres: realizar actividad física ante una necesidad estética. La búsqueda de los prototipos ideales de belleza es cada vez más primordial y elevada entre la gente. Como dijo una vez Sabina: "Los gimnasios están llenos, las librerías vacías".
En invierno las personas, acobardadas por el frío, suelen abandonar la actividad física. Entonces cuando bajan las temperaturas y se suceden los días lluviosos y nublados, las asistencias en los gimnasios decaen drásticamente. Esto, sumado a la ingesta elevada de calorías producen un aumento de peso y una modificación del cuerpo. Sin embargo, en el momento las "culpas" suelen omitirse, ya que los abrigos le ocultan esa realidad al espejo.
Al llegar el verano las ropas deben soltarse y es allí cuando la percepción del cuerpo cambia. Ante la negativa sobre su propia imagen, muchas personas quieren revertir rápidamente los estragos de una larga temporada de sedentarismo. Es en ese momento cuando acuden al gimnasio en busca de resultados inmediatos, sin tener en cuenta las consecuencias desfavorables que produce esa sobreexigencia.
Gonzalo Amici, director de Amici, Formación en fitness y salud, destacó la diferencia de ingresos a los gimnasios según la época. Respecto a eso, planteó que en Rosario hay dos temporadas altas: una durante septiembre, octubre y noviembre, la otra durante el trimestre de marzo, abril y mayo. Sin embargo, sostuvo que la asistencia aumenta según las temperaturas. "Particularmente, en este año el clima invernal se estiró demasiado y la masividad en concurrencia se postergo hasta octubre", especificó el administrador de los locales.
En tanto, la temporada media indicó que se produce de junio a agosto, y la baja desde diciembre a febrero. Entre las causas más comunes, esto se debe a que muchas de las personas que se entrenan deciden irse de vacaciones. En el caso de los estudiantes se da porque regresan a sus pueblos o ciudades de origen. Otros atribuyen su abandono al calor, por lo cual deciden cambiar de actividades o tomarse un descanso.
Según Amici, si consideramos como base al verano, donde los ingresos son prácticamente nulos, los porcentajes de ingresos a los gimnasios en la ciudad son los siguientes:
Debido a las cifras, es común que, llegada la primavera, las salas se encuentren repletas. La utilización de una máquina se vuelve un problema, ya que resultan insuficientes para la masividad de usuarios que asisten. Incluso, en ocasiones se deben aguardar turnos para ejercitar en los aparatos, lo cual retrasa drásticamente el desarrollo de la rutina. Esta situación también trae aparejadas quejas de aquellos que son asiduos al lugar y ven limitada la disponibilidad de espacios.
Respecto a los objetivos que conllevan a la gente a inscribirse en un gimnasio, según el director de Amici, son varios. “La gente viene en busca de belleza y salud en forma complementaria consideró”. A su vez reconoció que las finalidades son varias pero en general, la práctica de una rutina de ejercicios se ha convertido para muchos en una tarea cotidiana en la que tiene mucho que ver la actividad social y recreativa. De todos modos, dijo entender que los propósitos están siempre relacionados con lo estético y con la obtención de un estado físico más saludable.
El estrés producido por las ocupaciones diarias, y la situación creciente de inseguridad han marcado también las preferencias a la hora de elegir una actividad. Las nuevas tendencias proponen cursos y prácticas que requieren un intenso desgaste físico y a su vez le enseñen al alumno técnicas de defensa personal que podrá aplicar ante un robo. Por otro lado, para combatir el cansancio, reducir las tensiones y relajarse, continúan liderando los rankings las clases de yoga, Pilates y estiramiento. Tanto las disciplinas agresivas como las más distendidas ayudan a liberar la fatiga y el agotamiento, lo cual propicia no sólo a modelar la figura, sino también a mejorar el bienestar personal. Estos cambios relacionados a la adquisición de un cuerpo saludable, comienzan a sentirse iniciado el primer mes de actividad física, según Amici. En tanto las transformaciones en la composición corporal, empiezan a notarse a los tres meses aproximadamente, si se tiene una periodicidad de dos a tres veces por semana efectuando rutinas de musculación. Debido a eso, resulta lógico que gran cantidad de gente concurra a los gimnasios sólo un par de meses antes de que llegue el verano y no se preocupe por mantener una rutina el resto del año también.
El objetivo de la actividad física es alcanzar un estado de bienestar en la fisonomía y en lo psicológico. Respecto a eso, el director de la cadena de gimnasios, adjudicó que la continuidad o adherencia a la rutina de entrenamiento es uno de los factores que inciden directamente en el logro de esos objetivos.
Por su parte, el kinesiólogo fisiátra, Licenciado Alejando Resnicoff, aseguró que el hecho de querer acelerar los resultados puede traer aparejados problemas musculares o articulares. Las consecuencias son varias y tienen que ver con la sobreexigencia que se le da al cuerpo, a la cual no estaba acostumbrado. Tras un prolongado lapso de sedentarismo, hacer gimnasia de manera abrupta puede originar lesiones como desgarros, lumbalgias y hernias. Esto, sin contar que no se logran alcanzar los resultados.
“Lo que se le aconseja a aquellos que quieren perder peso, es que acompañen la actividad física con una buena dieta, porque pasar hambre tampoco es la solución y únicamente baja las defensas del organismo añadió el doctor. Asimismo, no sólo la desesperación de querer mejorar la apariencia ante la llegada del calor le produce daños al cuerpo . También genera desventajas en el físico si se deja de golpe una actividad porque el metabolismo se vuelve sedentario.
Es importante realizar ejercicios durante todo el año porque se mejora la calidad de vida, la musculatura, el sistema cardiovascular, respiratorio e inmunológico. Además es beneficioso para la prevención de afecciones y trastornos relacionadas a la circulación (infartos, celulitis, várices), la obesidad, la depresión y el estrés.
Según el Licenciado Resnicoff, dedicarle al gimnasio tres días por semana, “con una hora está bien”. Si se asiste cuatro días es “muy bueno”y el hecho de ir ir cinco días ”sería lo óptimo”. Es cierto que a veces concurrir a las salas en verano y ejercitar en las máquinas puede resultar tedioso y agobiante. Ante esto se pueden llevar a cabo otras alternativas, como lo son las clases de baile, spinning, Pilates, yoga, natación, etc. “No es malo cambiar de actividad, pero hay que hacerlo de a poco porque el cuerpo se tiene que acostumbrar”, aconsejó el doctor.
Respecto del entrenamiento muscular, el kinesiólogo recomendó que lo ideal es trabajar un de a un grupo muscular, de modo tal que luego se lo deje descansar durante un día mientras se pasa a otra zona del cuerpo. De esta manera se genera una recuperación de las fibras y se garantiza un buen desarrollo del músculo. A su vez, para obtener un buen resultado no hace falta sobrecargarse de peso. Las cargas bajas, con muchas repeticiones avalan un rendimiento más favorable.
Debido a las diferencias de género, es normal que a las mujeres tengan mayores dificultades para marcar la musculatura. Esto se debe a que el cuerpo femenino posee mayor grasa y menos fibras que el de los hombres. Sin embargo la genética tiene mucho que ver también, ya que algunas personas tienen mayor facilidad en ese sentido para marcar sus músculos con menor esfuerzo.
A pesar de que sólo los que tienen disciplina logran concurrir de manera ininterrumpida al gimnasio, los profesores de educación física siguen teniendo el desafío de lograr que sus alumnos dejen las metas a corto plazo y se planteen la necesidad de asistir durante todo el año. La actividad física otorga beneficios al cuerpo y también a la mente del que lo practique.
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