RETOMAR LOS ORIGENES
El Complejo Integral y Educativo Newell's Old Boys (Cienob) fue fundado el 15 de marzo de 1993 con el objetivo de incentivar a los jugadores de inferiores a continuar sus estudios para que el fútbol no sea lo único en sus vidas. La iniciativa fue destinada sobre todo a aquellos chicos que venían a probar suerte desde el interior del país, con el propósito de plantear distintas alternativas laborales en caso de que no triunfen futbolísticamente.
La escuela, ubicada en Corrientes 1845 cuenta con 150 alumnos que cursan el secundario. Con una admirable similitud al colegio fundado por Isaac Newell, la institución fomenta una amplia inclusión de los alumnos, sin importar el género, que estén asociados al club o que sean "canallas" o "leprosos".
El establecimiento es subvencionado totalmente por la Comisión Directiva de Newell's, quienes desde el año pasado han desarrollado un importante cambio, no solo a nivel edilicio, sino también a nivel educativo. En la era de Eduardo López, el objetivo primordial del club era sostener el fútbol, y sólo eso. De esta manera desde el año 2008, con Guillermo Lorente a la cabeza, se ha devuelto la vida social e institucional y a su vez los fondos necesarios para que Cienob siga funcionando y educando a las nuevas generaciones.
El director del complejo, Ezequiel López, es un ex alumno integrante de la comisión "3 de noviembre", que acompañó a la comisión directiva en el proceso de reconstrucción. Anteriormente se mencionó el increíble parecido con el colegio Anglo Argentino en cuanto a sus expectativas educativas. Sin embargo tanto alumnos como maestros sostienen que aún falta mucho para alcanzar aquél nivel de excelencia. Por su parte el director expresó: "Cienob es una escuela inclusiva, abierta a la comunidad, donde todas las clases sociales pueden acceder y el eje principal es la orientación deportiva".
En la escuela un 30 por ciento de los chicos realizan las inferiores en Newell's. Sin embargo, el hecho de que se brinde una posibilidad de estudio no garantiza luego la inexistencia de casos de deserción. Por eso Ezequiel López resaltó que a cada alumno se le hace un seguimiento personalizado en el que incluyen a la familia. En tanto, el valor del respeto, la solidaridad, la participación y el compromiso del alumnado con la institución, son valores particulares que se imparten en Cienob, según su director.

En cuanto a los estudiantes, la mayor parte coincidió que "orgullo" es el sentimiento que les despierta concurrir al establecimiento rojo y negro. Uno de los jóvenes declaró "En el tema estudio es igual a cualquier otra escuela, pero se vive distinto ya que todos somos hinchas de Newell's". Además destacó que a comparación de años anteriores, la educación "avanzó enormemente".
LAS CIFRAS
De 20 alumnos pertenecientes a tercer año, diez reconocieron que asisten porque realizan las inferiores en el club. Otros nueve admitieron que su fanatismo por la lepra es lo que los llevo a inscribirse en el colegio. En tanto los dos restantes justificaron las causas a la cercanía y las amistades. Respecto de la apreciación que tienen de Cienob, el 50 por ciento se declaró "bastante conforme" con la institución, otro 30 por por ciento se dijo "algo conforme" y el 20 por ciento restante manifestó que esta "muy conforme".
Resulta llamativo el hecho de que hoy por hoy, el colegio sea un complemento de un club popular, cuando en un principio los deportes acompañaron al desarrollo educativo de jóvenes de distinguida clase social. La semilla que dio fruto a esta historia nació allá por 1869 en Inglaterra, y su nombre era Isaac Newell. Aquél joven aventurero decidió embarcarse a modo de grumete rumbo a la Argentina cuando tenía 16 años. Al tocar puerto rosarino, se hospedó en la mansión de un amigo de su padre, la cual estaba ubicada en Entre Rios 139.
Pasó un tiempo y el joven inglés se hizo mayor, se casó con una alemana llamada Anna Jockinsen y juntos, en 1884 decidieron crear una escuela. Así fue como surgió el Colegio Comercial y Mercantil Anglo Argentino, ubicado en la misma residencia donde Isaac se hospedó al llegar a la ciudad. La institución en un comienzo impartía educación primaria pero luego se amplió a la secundaria y surgió básicamente para otorgarles la enseñanza de un idioma extra (en este caso inglés) a los hijos de esos inmigrantes. Cabe destacar además que el establecimiento fue el primero multirracial, multicultural y abierto a todas las religiones que tuvo Rosario.
Newell fue el primero en implementar la educación física en las escuelas, y a su vez en traer la primer pelota de cuero al país. De modo inédito también allegó el primer reglamento oficial de fútbol. En tanto, el patio de su colegio fue la sede del inicial partido de fútbol que se disputó de manera oficial. A partir de entonces comenzó a desatarse una pasión que no tendría fin. Aquél deporte que para Isaac propiciaba a los estudiantes una formación integral y consolidaba al compañerismo y la sana competencia fue el más ovacionado.
El fútbol no sólo era practicado en las horas destinadas a la educación física, sino que también se realizaban "picaditos" en los recreos y más tarde comenzaron a sumarse los egresados de la institución. Luego el interés fue despertándose en otros ámbitos, como en el Colegio de los Talleres y en el Central Argentine Railway Athletic Club, una organización donde sólo se practicaba cricket. Sin embargo esta última no fue una anécdota menor, ya que con el paso del tiempo ese club se castellanizó a Rosario Central y se convirtió en el mayor rival de Newell's Old Boys.
Debido a la gran afluencia de muchachos que llegaban al Anglo Argentino para practicar el nuevo deporte, el hijo del precursor, Claudio Newell, tomó una iniciativa. Junto a maestros, alumnos y ex alumnos del establecimiento fundó en aquél lugar el 3 de noviembre de 1903, y en homenaje a su padre, el Club Atlético Newell's Old Boys (Los viejos muchachos de Newell). A partir de entonces se encendió una mecha que jamás se apagó, dando inicio a una pasión rojinegra que impregna a miles de fanáticos.
David Olivieri, actual Gerente de la Administración del Club, justifico el por qué de los colores rojo y negro en NOB. "Al rojo, Isaac lo escogió por la bandera de Inglaterra, en tanto que el negro proviene de la enseña patria alemana, país de origen de su esposa Anne", argumentó el ñubelista. Por otro lado, aseguró que el apodo de "Leprosos", con el que se conoce a los hinchas de Newell's, proviene de una anécdota. Al parecer, en el siglo pasado, una organización llamada "El patronato de la lepra", a efectos de recaudar fondos para los enfermos, pidió la colaboración de ambos clubes. Según trascendió, el equipo de "los viejos muchachos" habría accedido, mientras que Central habría puesto reparo. A partir de entonces, un medio de la época publicó la noticia, titulándola "Canallas", y abajo desarrolló un texto en el que destacaba la actitud egoísta del equipo de Arroyito. "Luego se supone que a los del Parque Independencia se los comenzó a llamar "Leprosos" en base a eso, cada grupo asumió esos nombres, hasta hoy en día que los utilizan con orgullo".
Isaac vio a su equipo ganar el primer clásico rosarino en Plaza Jewell y también disfrutó de la coronación de Newell's como Campeón de la Liga Rosarina en 1905, pero falleció el 16 de octubre de 1907. Sin embargo eso era sólo el comienzo de una historia marcada por un devenir de infinitas glorias.
MUCHO MÁS QUE JUGAR A LA PELOTA
En la Argentina el peso del deporte, principalmente el fútbol, llega a ser fundamental en la construcción de identidades, tanto individuales como colectivas. La sociedad entera está atravesada, en cierta forma, por las prácticas deportivas. Así, se puede ver que en las distintas “clases sociales” siempre hay alguien que fabrica sus relaciones con otros individuos en la medida que desarrolla y se integra a éstos grupos de intereses compartidos. Por ejemplo se puede jugar al fútbol, ya sea en la cancha de alquiler o en el campito de la esquina. En ese momento no sólo son personas con distintas historias, ideologías y comportamientos, sino que conforman una igualdad colectiva, son todos "jugadores".
Éstas características fueron evolucionando en forma lineal conjuntamente con el avance del tiempo. Las prácticas deportivas como se las conoce en la actualidad son el resultado de un proceso de amplificación de los ámbitos de su desarrollo y de quienes lo practican. Muy distinto es el contexto del año 2009 en Argentina al de mediados del siglo XVIII en Inglaterra, donde se originó lo que se conoce hoy como deporte moderno. En esa época realizarlo era un privilegio sólo de la clase aristocrática europea. Luego ese aspecto se fue extendiendo con la Revolución Industrial, ya que se necesitaban obreros fuertes y con un gran espíritu competitivo. De ésta manera se llega a la concepción que se conoce en estos días. Su significado ha variado notablemente, ahora es un instrumento tanto de contención social como un elemento generador de movilidad entre los polos que componen la sociedad.
Aunque no se tenga conciencia de la importancia del fenómeno deportivo, es necesario saber que el papel que posee el deporte como mecanismo de formación de identidad en los niños y jóvenes es esencial.
Un ejemplo del la fusión del deporte y la educación es el Complejo Integral y Educativo Newell´s Old Boys. Allí los chicos que asisten comparten la pasión por la camiseta del club se sus amores y a su vez tienen la oportunidad de recibir los valores que le inculca la escuela secundaria.
No solamente se atribuye a las prácticas deportivas las cualidades de mejorar el estado físico e incentivar la competencia, sino que también se relaciona a él la capacidad de trabajo en equipo, el honor, la inteligencia, el respeto, el progreso y muchas más palabras que se llenan de sentido cuando cada persona las toma como propias.
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